Apolo Y el motivo científico detrás de esta simple prueba es que las cáscaras de huevo son semipermeables, por lo que el aire puede pasar. Cuanto más tiempo tiene el huevo más aire puede entrar a través de la cáscara, lo que provoca que flote.
Otro método no tan confiable es poner el huevo cerca de la oreja y agitarlo. Si se escucha el líquido fluyendo por dentro es que se ha echado a perder. El sonido de líquido indica que la yema es vieja y acuosa. Si no se escucha nada al agitarlo entonces el huevo está bueno.
También el sentido común de olerlo al abrirlo. Un huevo en buen estado no debería oler a nada. Si huele raro, agrio o a azufre es mejor tirarlos.
Los huevos frescos tienen la yema amarilla o naranja brillante, aunque será más anaranjada según la calidad del huevo. Los ecológicos y de gallinas criadas en libertad tienen la yema mucho más anaranjada que los de gallinas criadas en naves industriales. La clara del huevo fresco está algo rígida y asentada alrededor de la yema. Si el huevo no está muy fresco la clara se ve más plana y extendida.
Fijaos lo diferentes que pueden ser los colores de las yemas dependiendo de la calidad del huevo, que viene determinado por la alimentación de la gallina:
Recomiendo comprar huevos ecológicos (numerados con el 0) o al menos camperos (número 1).